Hola de nuevo!
Vamos a dar un pequeño paseo por las instituciones educativas de ayer, cuando el control administrativo y el control académico se llevaban en tarjetas de kardex y libros contables.
Cuando el maestro debía llenar sus cuadernos de asistencia y de calificaciones con bolígrafo, lápiz o pluma fuente…
La metodología de la enseñanza de muchas asignaturas ha cambiado, antes se utilizaba la pizarra (de yeso-tiza o marcador), algún maestro creativo utilizaba afiches hechos en cartulina o papel…
Cuando el contador, para darle el saldo al padre de familia debía pasar 30 minutos buscando en sus libros contables y los recibos se hacían a mano…
¿Se imagina usted este escenario? Seguramente si y se pregunta ¿cómo pudieron vivir así?
La vida transcurría mucho más lenta antes que ahora. El tiempo sigue teniendo la misma constante, el mismo paso, pero gracias a la automatización de los procesos y el rol que las computadoras han tomado en nuestra vida moderna, nuestra percepción del tiempo es mucho mayor, es decir, sentimos que el tiempo transcurre mucho más rápido que antes.
Eso era antes… en los años de “mil novecientos ayer”, diría Otto Soberanis en su programa de radio.
Ahora, la realidad es otra… en parte.
Administrativamente hablando, se han mejorado los procesos mediante la automatización y elaboración de aplicaciones especializadas. Ahora, la persona de caja se tarda menos de 30 segundos en darle al padre de familia o encargado un detalle completo de lo que ha pagado y su saldo a la fecha.
Se envían con exactitud estado de cuenta… por correo electrónico!
A nivel de docencia, el maestro pasa lista y alimenta una base de datos que puede ser consultada a través de la web y el padre de familia sabe a qué clases asistió su hijo, a cuáles no, qué tareas presentó, qué tareas están pendientes de entregar, las notas obtenidas por su hijo y mucho más.
Los maestros más habilidosos y aventurados incursionan en la web 2.0 para apoyar sus clases y métodos de enseñanza. Youtube, Blogs, Wikis, todo está allí y solo es cuestión de usarla.
Pero qué han hecho las instituciones educativas para soportar toda esa tecnología que está inundando las aulas?
Algunas no invierten mucho –por no decir nada- en infraestructura de red, servidores, internet, etcétera. Mientras que otras toman este asunto con mucha importancia, después de todo, están comprometidas con el alumnado, con sus padres, con sus maestros, para dar una educación basada en tecnología de una alta cantidad.
El Centro de Datos en una institución educativa tiene tanta importancia como la calidad docente misma. Una buena infraestructura, bien pensada, bien planeada, podrá soportar el crecimiento exponencial de la tecnología por venir mediante una mínima o casi nula inversión.
Un cableado estructurado sano puede proveer velocidades de 1000mbps o más con tan solo cambiar los equipos activos o switch. Si se desea proveer señal WiFi para los alumnos, maestros y visitantes, basta con conectar a los puntos de red access point, y mediante la incorporación de la fibra óptica se pueden conectar los edificios más retirados, o incluso, mediante la contratación de conexiones Punto a Punto se pueden interconectar diferentes sedes y centralizar servicios a alta velocidad y con alta disponibilidad. Con estos recursos, no se limita la capacidad de crecimiento de las modernas instituciones educativas.
Es aquí donde toma importancia el Centro de Datos en una institución educativa.
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